Películas religiosas e historias bíblicas, platillos a base de pescado, personas vestidas de soldados romanos y algunas otras vestidas de Jesús.
Eso y más ha sido la semana santa que muchas personas vivieron con gran devoción. Entre sollozos y alegría, la gran expectación de la semana santa abarroto las capillas de miles de feligreses que con sonrisas tímidas en sus caras celebraban el recordatorio de un camino que marco la historia.
Sin embargo a un día después de semana santa, parece que la devoción finalizo, los canales de televisión volvieron a su programación habitual, aquellos hombres que interpretaron las estaciones han vuelto a sus vicios morales.
Después de semana santa, la historia modernista sigue su trayecto en el mundo y en nuestra sociedad.
Después de semana santa, la historia modernista sigue su trayecto en el mundo y en nuestra sociedad.
La semana santa –celebración con la cual no soy a fin- pareciera no producir ningún cambio en la mentalidad de las personas, salvo en los bolsillos y en nuestra memoria.
Lejos de celebrar o recordar la muerte de Cristo, más bien deberíamos desarrollar una relación personal con El, y aceptar lo que nos ofrece, vida eterna.
Porque la crucifixión, y resurrección va mas allá
"Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna. (Juan 3:16- DHH)
Lejos de celebrar o recordar la muerte de Cristo, más bien deberíamos desarrollar una relación personal con El, y aceptar lo que nos ofrece, vida eterna.
Porque la crucifixión, y resurrección va mas allá
"Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna. (Juan 3:16- DHH)
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