
Cerca de la hora de la cena, cuando casi todos se encuentran reunidos en su hogar, yo caminaba hacia a casa.
Algunos relampagos y truenos me hacian entender, que tenia que apresurar mi paso para llegar.
Si, era obvio, una lluvia se acercaba.
Y lo interesante es que no llevaba paraguas.
En la vida llegan esos momentos, para los cuales no "estas listo" o parece que no tienes las posibilidades de afrontarlo. Momentos sorpresivos.
Donde parece que no hay salida y en las cuales las respuestas son escasas. Corres de un lado a otro y no encuentras tu aliento, tu paz.
Momentos frios. Donde las emociones chocan contra los pensamientos.
Las lluvias llegarán a tu vida, no importa si estas preparado o no lo estas.. lo importante es saber que cuentas con Dios.
Porque El ha prometido, no dejarte, ni desampararte.... y eso incluye cualquier circunstancia.
Aquella noche, camine lo mas rapido que pude y alguien me presto un paraguas.
Dios es fiel
4 comentarios:
Amen , Amen .
Kenson muy linda reflexion, y una verdad ya que es una promesa que el señor nos ha echo que nunca nos desamparara, ni nos dejara.
te deseo un bello dia.
que lindo lo que escribes
deseo que Dios te siga dando mas sabiduria para expresar lo que hay en tu agradecido corazon
gracias por pasar por mi blog.
=)
Dios te bendiga muchimilllllll
besos
Buenisimo post,tenes talento!!
segui adelante, y que bueno encontrar cosas de Dios en tu blog
Saludos desde Guatemala!!!
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